martes, 28 de agosto de 2012

VACACIONES EXPLOSIVAS: WELCOME TO TIJUANA

Tumberos, pero hecha en los EE.UU. y ambientada en la frontera con México. A grandes rasgos, así podría definirse a la nueva peli de Mel Gibson, Vacaciones explosivas (Get the Gringo, 2012), que marca el regreso a la pantalla grande del astro de Mad Max y la saga de Arma mortal. Pantalla grande en lo que respecta a la Argentina y América Latina (al menos), ya que en su país natal el filme se distribuyó mediante sistema de pago (video en demanda) antes de ser editado directamente en formato Blue-ray. Todo ello, aparentemente, como recriminación de la industria al actor y director, caído en desgracia tras sus declaraciones discriminadoras, sus aparentes problemas con el alcohol y la denuncia por violencia de género realizada por su ex esposa.

Explosivas sí, vacaciones no (¿en qué estaría pensando el traductor?)

Cínico y portador de un negro sentido del humor, Gibson es aquí un anónimo ladrón de corazón tierno y piel encallecida por los golpes de la vida, que decidirá jugar su carta redentora en medio del Infierno sobre la Tierra. Infierno sobre la Tierra que tiene la forma de una prisión de alta seguridad, enclavada en la frontera entre los EE.UU. y México. Más conocida como El Pueblito, resulta ser una especie de Ciudad Estado independiente, donde la Ley la dicta (y la ejerce) el más fuerte. Entre asesinos y narcotraficantes, haciendo un curso intensivo sobre el funcionamiento de un sistema penitenciario en manos del poder tripartito conformado por las mafias, las corruptas autoridades policíacas y políticas; y los grandes empresarios a ambos lados de la frontera, Gibson intentará mantenerse con vida mientras espera recuperar los millones de dólares que robó y que lo llevaron, sin escalas, detrás de las rejas. Y, de paso, terminará alzándose como modelo a seguir para un niño mexicano que es el máximo centro de interés del “dueño” de la cárcel.


Sin dudas, lo mejor de todo el metraje descansa en este salvaje universo carcelario y la crudeza del lenguaje narrativo utilizado para mostrarlo en su máximo esplendor sombrío. Aunque desafíe cualquier lógica racional, El Pueblito funcionó realmente en Tijuana, entre 1956 y 2010. Construido como correccional experimental para la reinserción social de los detenidos, permitía a los presos vivir allí con sus familias. Además de las casas, el penal estaba saturado de tiendas de comida al paso, bares, restaurantes, peluquerías, farmacias. Una urbe demencial y desbordada, en donde las diferencias entre las clases sociales era llevada al extremo por los carteles que marcaban el ritmo de vida. Ejércitos personales, venta de drogas, prostitución, armas de altísimo calibre, lujos desmedidos concentrados en las manos de unos pocos. Para la mayoría, hambre, hacinamiento y todo tipo de privaciones.


Mexicanísima en su puesta en escena, Vacaciones explosivas explota el barroco imaginario colectivo con tintes religiosos, oníricos y surrealistas, mientras se apoya (eficazmente) en una banda sonora que truena al ritmo de rancheras, narcocorridos y cumbias (por ahí se escucha a Los Fabulosos Cadillacs y a Manu Chao), mientras se derrama sadismo, sangre, machismo de fonda y el más alto promedio de hijos de la chingada dichos por minuto. Y una participación extraordinaria de Blue Demon Jr. que, por sí sola, cubrirá el valor de la entrada para todos aquellos que se declaren fanáticos del catch al más puro estilo Titanes en el ring.

Máxima síntesis del paternalismo

Previsible desde el primer fotograma, la cinta está construida para el lucimiento absoluto de Gibson. Nada raro, si tenemos en cuenta que el propio Gibson la produjo y escribió con esa intención. Lineal y simple en su argumentación, no pretende otra cosa que entretener. Y en ese camino, es justo decirlo, el director Adrian Grunberg (argentino, criado en España y asentado desde hace años en México) sabe sacarles el jugo a todos los tópicos, lugares comunes y estereotipos impuestos por el cine de acción paternalista, conservador y racista, donde lo norteamericano es superior a lo latino y lo latino siempre está tiznado de marginalidad, delincuencia, atraso, decadencia, inhumanidad y asquerosa barbarie.
100 % Mel Gibson.
Fernando Ariel García


Vacaciones explosivas. Director: Adrian Grunberg. Protagonistas: Mel Gibson, Peter Stormare, Dean Norris, Kevin Hernández, Dolores Heredia, Daniel Giménez Cacho, Fernando Becerril y Peter Gerety, entre otros. Participación especial de Blue Demon Jr. Guionistas: Mel Gibson, Adrian Grunberg y Stacy Perskie. Icon. EE.UU., 2012.

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