viernes, 17 de junio de 2011

EPISODIOS PATAGÓNICOS: PINTA TU ALDEA

No digo nada nuevo si digo que Alejandro Aguado es la figura contemporánea más importante que tiene la historieta argentina patagónica. Historietista, editor, promotor del noveno arte en todo tipo de soporte, investigador no sólo del cómic sino de la cultura patagónica en general. Su obra sobre la Patagonia está hecha en la Patagonia y habla de la Patagonia desde la Patagonia, pero para todo el mundo. Le hizo caso a Tolstoi y, al pintar su aldea, nos mostró el mundo.



La influencia patagónica en la creación de Patoruzú y El Eternauta


Estos Episodios patagónicos que acaba de recopilar La Duendes son, como se indica claramente desde el título, episodios. Pequeñas historias, anécdotas, microrelatos, leyendas, fragmentos que, gracias al ojo de Aguado, terminan conformando el sentido de un todo. Un todo que puede relatarse con ritmo de aventura, con toques de humor, con apuntes de crónica periodística, con ilustraciones surgidas de la capacidad de observación, con el colorido detalle que uno espera de la buena literatura de viaje.



La identidad originaria, siempre presente


Solo o con la ayuda de algunos guionistas amigos (Carlos Casalla, creador del Cabo Savino; Jorge Morhain, Germán Cáceres y Oenlao, seudónimo de Carlos Scherpa), Aguado retrata una especie de historia mítica de la Patagonia, teniendo en cuenta aquello que los mitos tienen de mito y aquello que los mitos tienen de realidad histórica. Porque la historia que cuenta Aguado es una historia de abusos, de desmanes, de genocidio. De confraternidad, también. De amor y violencia, de relación con la tierra, de pertenencia a la tierra. Y de titularidad de la tierra, obvio.


El tirador, con guión de Carlos Casalla (creador del Cabo Savino) en base a un hecho real


Algunos episodios relatan hechos verídicos, otros se asumen como ficción pura. Pero después de leerlos algo queda claro: La ficción, siempre, termina contando la realidad; y la realidad, en muchos casos, parece arrancada de la ficción. Tal vez porque contar la Patagonia, al final de cuentas, no sea otra cosa que desentrañar el proceso de construcción de una identidad. De una identidad que tiene que ver con el polvo, el viento, el verde de los paisajes externos e internos, la contemplación. Y también con la tensión entre lo indígena originario y lo colono extranjero. La colisión de esas dos cosmogonías incompatibles. El paradigma de comunión con el habitat y el paradigma agrícolo-ganadero capitalista. Y el decisivo rol del Estado, su opción por la segunda cosmogonía, la dialéctica del patrón y el asalariado, la concentración terrateniente y la disgregación indígena en cárceles territoriales bautizadas con el nombre de “reservas”. Una lógica perversa que sostiene la ocupación de un territorio al que se desertificó para justificar una conquista tan injusta como sangrienta.



Del peronismo a la guerra de Malvinas


¿Qué entendemos por civilización? podríamos preguntarnos tras leer estas páginas de Aguado, signadas por el choque de civilizaciones, la Historia (del peronismo a la guerra de Malvinas) y por la relación de la historieta con esos parajes en donde la soledad pareciera ser la única compañera fiel. Pintando su aldea, Aguado pintó el mundo; y al pintar el mundo retrató la naturaleza humana.
De eso habla este libro.
Fernando Ariel García


Episodios Patagónicos. Guiones: Alejandro Aguado, Carlos Casalla, Jorge Morhain, Germán Cáceres y Oenlao. Dibujos: Alejandro Aguado. Portada: Alejandro Aguado. 84 páginas en blanco y negro. La Duendes. ISBN: 978-987-26843-0-3. Argentina, mayo de 2011.

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